GESTOR:
Como su nombre indica, el gestor es la persona que se encarga de gestionar todo lo relacionado con nuestra empresa. Así, le dejamos toda la información necesaria y desde la gestoría se ocupan de la gestión de los impuestos, nóminas, contabilidad, etc. Hay gestorías y gestorías, y es cierto que más de una vez el gestor puede ir más allá de las labores puras de la gestoría y también nos asesora en ciertos aspectos relacionados sobre nuestro negocio, ya que precisamente por estar al día a través de esas gestiones puede conocer la mejor solución a nuestras dudas y problemas.
ASESOR:
De nuevo nos fijamos en el nombre para encontrar las funciones de la asesoría: si el gestor gestiona, el asesor nos asesora, nos ofrece consejo sobre qué hacer. Cuando un empresario acude a un asesor lo hace con el objetivo de pedir consejo sobre cómo realizar los trámites. Una vez más encontramos un camino cruzado, ya que algunos asesores también pueden ocuparse de gestionar esos cambios o trámites, y como en el caso del gestor que asesora esa actividad “extra”, perteneciente al otro bando, tiene un coste adicional.