En muchas asesorías/ gestorías, desde el inicio de la prestación de servicios se firma un contrato con unas condiciones a cumplir por parte de las dos partes, una de ellas suele ser la exigencia de permanencia del cliente con su gestoría, desde nuestro punto de vista no debería de ser así, ya que al tratarse de una colaboración con el cliente, lo importante es la satisfacción del mismo, si esto no se cumple, no se debería de obligar a nadie a que siga utilizando sus servicios.